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El Gobierno y el sector privado de Panamá comenzaron hoy el primer taller para desarrollar la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, una iniciativa que cuenta con el apoyo de ONU Medio Ambiente y la Unión Europea (UE).
El director regional de ONU Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, Leo Heileman, indicó en un acto protocolario en la capital panameña que el proceso para elaborar el plan será beneficioso como camino para una transición del uso de tecnologías limpias y sostenibles.
"Hemos preparado una guía para elaborar una estrategia nacional de movilidad eléctrica, que se ha impulsado en Argentina, Colombia y ahora Panamá", mencionó el alto funcionario de la ONU.
Mencionó que incorporar la movilidad eléctrica es crucial para que los países cumplan con sus compromisos climáticos registrados en el Acuerdo de París, que además ayudará a limpiar el aire, reducir las muertes causadas por la contaminación y ofrecer ciudades sanas a millones de personas.
Sostuvo que la próxima semana, varios representantes de países de la región se reunirán en Costa Rica para abordar sobre transporte limpio y movilidad eléctrica, de cara al Foro de Ministros de Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, en Buenos Aires el próximo octubre.
El proyecto, financiado por el programa insignia de la UE para la implementación del Acuerdo de París, Euroclima+, participan miembros de la Alcaldía de la Ciudad de Panamá, las empresas estatales de transporte público MiBus y Metro de Panamá, y organizaciones de la sociedad civil y del sector privado.
De acuerdo con la ONU, la contaminación del aire mata cada año de forma prematura a casi 7 millones de personas en el mundo; y en la región latinoamericana entre 70.000 y 80.000 personas. En Panamá, el paso hacia la movilidad eléctrica ayudaría a evitar la muerte prematura de más de 400 personas debido a enfermedades respiratorias.
Si la totalidad de la flotilla actual de autobuses y taxis en Panamá fuera reemplazada por vehículos eléctricos, se ahorrarían casi 500 millones dólares en combustibles para 2030 y se evitarían las emisiones de 8,5 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2), según una estimación de ONU Medio Ambiente.